Unha historia máis na miña columna de Nós Diario
Arroz con bacallau
( abaixo en castelán)
Como de todo, literalmente. Aprendéronme que na mesa do pobre non é bo andar con melindres.
Só hai unha cousa que meto á forza: o bacallau. SÍNTOVOLO! Sei ben que esta declaración pública pode ser causa da retirada do meu DNI galego.
Digo isto para que entendades o meu estado de ánimo aquel primeiro Nadal nunha casa das rías. Afeita ás comidas cheas de cor , aquel prato de bacallau con coliflor que papei amodo, foi a mellor proba de amor que o meu “peor é nada” podía ter.
A culpa foi toda do Venres Santo.
(O resto da historia)
Arroz con bacalao
Como de todo, literalmente. Me educaron que en la mesa del pobre no caben os remilgos.
Solo hay una cosa que como por disciplina.
El bacalao, lo SIENTO! Se que esta declaración pública puede ser causal de retirada de mi DNI gallego.
Digo esto para que entendáis mi estado de ánimo las primeras navidades en una casa de las rías. Habituada a comidas llenas de color, aquel plato de bacalao con coliflor que devoraba lentamente es la mejor prueba de amor que mi peor es nada puede tener.
La culpa es del viernes santo. Desde el día anterior, todo el barrio de mi infancia, olía a bacalao seco en remojo.
En ese día donde no se podía correr porque pisabas las almas de los difuntos, pasaba por la cocina apretando la nariz para no sentir el olor de las ollas.
A mediodía, en la mesa larga, primos, tías y abuelos en añorada multitud.
A la Mamma, diabética e hipertensa, amante incondicional del bacalao de vigilia, se le permitía romper la estricta dieta.
Con voz de niña pedía “poquito que no se vuelque” y en silencio disfrutaba del arroz, con alubias y bacalao.
Un día se levantó de la mesa, tardaba y salimos a buscarla.
Pasaba los noventa, pero estaba en el patio dando saltos de medio metro.
-Mamá que hace?-dijo mi tía Ana.
-Hago sitio para que entre otro poquito, que está muy rico.
Riendo le rellenamos el plato una vez más.
Desde ese día, cada vez que no me paraban las ansias en el cuerpo, ignoraba el aviso de no correr que el diablo andaba suelto y dios de velorio y saltaba!
Cosas de la vida, éste bacalao, me sabe a gloria.