En 1966 la novela «Juntacadáveres» de Juan Carlos Onetti, perdía el premio Rómulo Gallegos frente a «La casa verde» de Vargas Llosa.
Con su clásico humor el escritor uruguayo comentó en un medio que el burdel de Vargas tenía orquesta y el suyo no.
Onetti expresó su opinión sobre Mario Vargas Llosa en varias ocasiones, generalmente con un tono irónico y humorístico. Una de sus frases más conocidas fue:​

«Tú tienes con la literatura relaciones matrimoniales. Yo, adúlteras.» ​
Con esta comparación, Onetti aludía a la disciplina y constancia de Vargas Llosa frente a su propio enfoque más caótico y pasional hacia la escritura.​

En otra ocasión, Onetti bromeó diciendo:​

«En otro tiempo tuve una magnífica dentadura, pero se la regalé a Vargas Llosa.» ​

Un crítico literario testigo de aquellos años en Madrid me dijo, y nunca lo pude corroborar, que la frase se completaba con «yo me quedé con las ideas él con los dientes». Aludiendo al giro a la derecha del premio Nobel, mientras Onetti exiliado canta a la libertad en su obra y en esa joya de discurso al recoger el Premio Cervantes.

Para mí, el 13 de abril va a seguir siendo el día que marchó Galeano, el escritor que merecía un Nobel.
Como decía Onetti en el «Astillero»
“Y comprendió que la esperanza, al fin y al cabo, era una forma de la memoria. Que los hombres no esperan lo que no conocen.”
Que sople el viento…

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