Estoy cantando tu canción, la que te arrulla, la que te gusta tanto que se te empañan los ojos. Y tus lágrimas se mezclan con las del cielo, y entre notas y gotas descubres la historia de ésta noche y la sueñas tanto que se hace realidad. El cielo se hace alto para cobijar tu noche fría.
Abriga tu alma mi bien. Sueña en tibio.
Ustedes también amigas y amigos.
Ilustra Gabriel Pacheco.
