En Cerdeña me enamoré de todo, pero en particular de las mil variantes de comer las verduras.
Así que éste verano que hay berenjenas y calabacines hasta decir basta, toca conservar.

Ingredientes

2 Kilos de berenjenas
1 Cabeza de ajo
Orégano fresco y sino del seco tampoco pasa nada.
Hojas de laurel
Pimienta negra en grano
1 litro de agua
1 litro de vinagre blanco
Aceite necesario para cubrir (poco más de medio litro-varia según lo apretadas que estén las berenjenas)
Sal gruesa

El primer paso es pelar las berenjenas y cortarlas a la mitad y luego en tiras de 1cm de ancho más o menos. Las colocamos en una bandeja honda y les ponemos sal para que empiecen a deshidratarse.

Se dejan toda la noche en la nevera, con un peso encima para que escurra el líquido.

Por la mañana se extrae todo el jugo que han soltado y se colocan en una olla con una medida de agua y otra de vinagre de vino blanco o manzana.

Lo colocamos sobre fuego medio y revolvemos de forma suave para que las berenjenas absorban el sabor.
Cuando el líquido burbujea, apagamos ya que no queremos una cocción completa y escurrimos

Cogemos botes limpios, yo usé dos grandes porque las berenjenas dieron trozos grandes y no los quería romper. Va en gusto.

Ponemos capas de berenjena, un diente ajo, orégano, pimienta y albahaca y así hasta completar.
Si se quiere se pone al final una guindilla o dos y una hoja de laurel.
Se rellena de aceite de oliva.
Se espera un rato a que el aceite complete todos los huecos y si hace falta se vuelve a echar aceite ya que las berenjenas deben quedar cubiertas por completo.

Cerramos bien, etiquetamos y lo guardamos tres meses en un armario que dentro esté oscuro y fresco.

Solo un detalle, a la semana hay que abrir los frascos para que salga el vapor del vinagre y si hay burbujas eliminarlas, colocando más aceite.

Que aproveche!!!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *