Como muchos de ustedes, de pequeña, tuve una mantita de esas que se desvanecieron en el tiempo de tanto usarla.
La mía era de aquellas que el dibujo estaba de un lado y del otro. Era un caballito que galopaba entre nubes, de un lado fondo verde y caballo blanco , de un modo incomprensible para mí, exactamente a la inversa del otro.
En una esquina, mi nombre bordado.
Sin saber que sonaba lorquiano, cuando estaba de rabieta me envolvía con el caballo verde galopando contra el mundo exterior y dentro de mi burbuja de lana, me escapaba entre esas nubes peludas y me escabullía del mundo.
Cuando estaba asustada, dejaba por fuera el caballo blanco, dándole a la manta superpoderes de invisibilidad ante los truenos o los disparos que en la noche solo quería significar que estaban persiguiendo a alguien por pensar distinto, aunque eso yo aún no lo sabía. Era miedo y punto.
Me la requisó mi madre un día que muerta de vergüenza supo que la llevaba a la escuela.
Desgastada como estaba, seguía siendo mi escudo en las batallas y escaramuzas de la niñez.
Años mas tarde descubrí que no era verdad que se perdiera, porque mi madre la tenía para planchar la ropa.
Aunque luego de pasar la mano por ella, me di cuenta, al mirar que entre mis dedos dormía un hilo, que ella me había sido fiel y que si estaba deshilachada, era porque cada vez que alguno de mis vestidos o pantalones fueron planchados ella puso un trocito de sí para ir conmigo por el mundo.
Con los años y por mi oficio, he visto mi nombre muchas veces impreso, pero tenerlo otra vez para poder pasar la mano por él, sintiendo el tacto tibio, no solo de la tela, sino del tiempo que alguien dedicó para dejarlo allí bordado, no me había vuelto a pasar.
Fatima, no solo ha hecho una toalla para mi, sino que también hizo una para Martín, para Antonio y para Mara.
Creo que ella no sabe, que cada minuto que usó para hacernos este regalo, se ha transformado en un mimo protector que nos acompañará muchos años.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *