Se va un año que puso andar uno de mis sueños más viejos. Un año donde la ilusión se multiplicó en cada niñ@ que me prestó sus orejitas, en cada persona que me regaló su tiempo. Un año donde aprendí que hay que alejarse de la gente que no quiere aprender a ser feliz, que toma por derrotas tonterías, que cree que la vida es lo que otros te deben construir.
En éste año me he reencontrado con la tierra, con los sabores luminosos de lo que crean tus manos, con la cadena fuerte de los quereres que se ponen a tu lado para cambiar el mundo, hasta donde éste se deja y un poco más. He disfrutado de la alegría que genera en otros verme feliz y de sus palabras de ánimo cuando las fuerzas perdían el rumbo. Me he roto huesos y tuve que aprender a caminar mas lento, eso me regaló mil #micromundos que he compartido con vosotros. He cocinado menos de lo que quisiera, pero he regalado recetas que espero se multipliquen. Un año más me he enamorado de éste país maravilloso y de su gente. De éste lugar que se ha convertido en mi refugio. Refugiado, refugiada, la palabra del año. El 2016 debe ser el año donde todos encontremos ese sitio que nos permita oler el viento que sopla y no trae miedo, pisar el suelo que se abre solo porque le brota una patata, caminar por un mundo sin alambradas. Por eso hoy quiero invitarles a dar un abrazo fuerte a lo que nos rodea y protege, a quienes nos rodean y protegen, a ese lugar, pequeño o grande, donde nos sentimos a salvo. Brindemos por un año donde las personas, estemos a salvo del mal, donde la luz nos haga ver con claridad el sendero. Brindemos y hagamos algo, para que cada miedo sea enterrado hondo. Mi bosque, mi casa, nuestro bosque, nuestra casa, nuestro refugio, es de quien quiera acercarse, traer un bizcocho, un vino, unas mazorcas de maíz, unas hortensias, un peral, unas semillas, un cojín que hizo la abuela, unos platos que no usa, un libro, un silencio, una conversa. Se os quiere y se agradece el cariño que me regalan cada día. Nos vemos en el nuevo amanecer. El gorrión está en pie. El sueño debe vencer. Feliz 2016!