Lo que tienen estos días de invierno,lluvioso,frio,ventoso,hasta nevado incluso es que uno va sintiendo en el cuerpo a lo largo del día una variación constante de temperaturas. Las calefacciones pueden llegar a ser una tortura en algunos sitios. Tu llegas de la calle helada y de repente te tienes que empezar a quitar cosas porque estas sudando, y para colmo de males el aire caliente te reseca la nariz y la piel.
Sales y otro golpe de frio y asi sucesivamente entre supermercados,tiendas y no te digo nada si te toca una oficina pública,hacienda y la seguridad social baten récords. Ayer vi el termostato a 24!!!
Consecuencia,alergias,catarros,resfrios y sinusitis. Las medicinas caseras,al ataque!
Yo suelo comenzar con un poco de leche con miel,que la cosa va a mayores,vahos con eucaliptus,que amablemente mi chico sale a buscar bajo la lluvia y que paradójicamente en este pais donde este árbol amenaza con transformarse en autóctono-tal su presencia-cuando lo necesitas no hay ninguno en km. Y cuando aparece tiene las hojas allaaaaaarriba.
Si esto no va-aunque suele ser mano de santo- paso al guaco. El guaco es una planta medicinal de América latina,aqui no la he visto, y que tengo en casa gracias al tráfico que hago cada vez que voy. Mi abuela nos lo preparaba de niños de dos maneras,cada cual mas rica.
O lo hervía con leche, o hacía quemadillo. Como es una hierba muy dulce,la leche queda caramelizada y hasta un poco pringosa,lo notas en el borde de los labios como la gelatina se te va adhiriendo e incluso si te despiertas por la noche te lo puedes relamer que aun anda por ahí.
El quemadillo ya es otra cosa. A mi la ceremonia me encantaba. Hay que hacer un caramelo y alli se sumerjen hojas de guaco,limón en rodajas y cuando esta todo como envuelto se agrega agua,se deja hervir y se bebe tibio.
En mi casa el caramelo se hacía al lado de la chimenea introduciendo un hierro, que llevaba un rato durmiendo en las brazas,dentro de un jarro esmaltado, entre el ruido y el olor que se expandía por la sala,empezaba la recuperación,los crusssshhh y crashhhh se mezclaban con los estallidos-plof- sordos de la piel del limón y cuando caía el agua y todo alrededor de la abuela se desdibujaba por el vapor oloroso,casi que uno no tenía que tomar el jarabe casero,ya te sentías mejor. Camiseta de franela,zoquetes de lana y a la cama.
Con el tiempo,como buena actriz la voz suele ser mi talón de aquiles para las toses, he ido recogiendo mil recetas y mejunjes,miel con aceite,cebolla picada al lado de la cama,infusión de tomillo, de aloe con limón y miel y hoy Geyko me acercó una de gengibre.
He hervido un trozo picadito, de mas o menos dos yemas de dedo en taza y media de agua,lo he dejado reposar diez minutos,le he agregado miel y me lo he tomado,me gusta su olor,es picantito,también pica algo en la lengua. A ver que tal.
Mientras me frene la tos para la sesión de esta noche en Pontevedra,todo bien.
Se aceptan recetas y sugerencias.
Queda abierta la botica de la abuela.