Más allá de todos los memes y comentarios varios que andan por la red desde que Shakira sacó su nuevo single, a mí me quedan en la cabeza, varias cosas dando vueltas.
Nos educaron a muchas de nosotras, la familia y la sociedad, en la idea de que el amor significa pertenencia. Y en esa pertenencia se cobijan los derechos que esgrimen los que llevados al extremo dicen «la maté porque era mía», «si te vas te mato» etc.
Por lo tanto me parece muy peligroso abrir esa puerta que en los últimos años venimos cerrando con tanto esfuerzo. Porque si una mujer considera suyo a su hombre (hablando de ésta relación hetero-normativa) le damos permiso a muchos hombres a recuperar su título de propiedad sobre cualquier fémina.
Y ya sé que es solo una canción, pero tal como hablamos, cantamos, somos…
Porque mientras ella canta cosificandose así misma (yo soy un Ferrari ella un Twingo) y nosotros le damos clic al vídeo (que a esta altura ya debe de dar prebendas como para pagar la deuda de hacienda, que por la canción parece que no era cosa de ella) normalizamos algunas frases que flaco favor nos hacen.
Y ojo que mucho criticar a Shakira, pero pululan cientos de canciones que deberíamos de analizar y posicionarnos como con ésta, pero claro, lo ha dicho una chica, es peor que si lo dice un chico!
Se habla de falta de sororidad con la amante del ex, pero tal como lo entiendo yo, e igual me equivoco, la sororidad no es un cheque en blanco para defender a todas las mujeres en cualquier situación. Porque en ese caso estaríamos repitiendo el patrón de los tíos (que aun quedan algunos) que por el solo hecho de serlos se defienden a ultranza entre ellos y ante todo, aunque haya de por medio una violación.
La sororidad no es un pacto sagrado, ser feminista no significa ser santa, bondadosa y amiga de todas, podemos pelearnos y caernos mal, pero debemos ser una piña a la hora de enfrentarnos a contextos de violencia de género de todo tipo.
Pero lo de tirar a los perros de internet a una chica de 23 años porque te «quitó» el marido no ha sido buena cosa.
Ni para las mujeres que hemos dado pasos contra lo aprendido ni para las que se están formando ahora.
Ver que las marcas mencionadas en la canción, clínicas de odontología, mecánicos, peluqueros etc, hacen juegos de palabras con su nombre (algunos poniendo incluso su apellido) me parece denunciable.
Por lo pronto dos cosas, una, que espero que con éste single, termine el duelo de la separación y la cantante nos deje en paz con nuestras vidas más de Casio que de Rolex y dos, quien me diera a mi la capacidad de monetizar mis rupturas con una canción/monólogo etc, que me deje tanta pasta.
Porque soy mujer, autónoma, lloro mucho y facturo poco.
Y una tercera, ésta letra no supera a la de Paquita la del Barrio y su rosario de insultos que incorpora en la misma línea infrahumano, roedor y sanguijuela.
Porque a Shakira lo que en realidad le molestó fue que le dejara a la suegra de vecina. Y eso es entendible uuuuuuuuhhhh…
Tengan buen y bailón viernes