De toda la vida en mi casa se hizo pan dulce de Navidad, ahora se llama panettone, pero yo sigo mi ritual, cada año de prepararlo en casa, para nosotros y para los amigos.
La receta me la se de memoría, pero ante el pedido de mucha gente, aqui va.
Estas son las medidas base para dos panes de aproximadamente 1 kg cada uno, o 4 de 1/2 k.
Los moldes de papel los compro en María Lunarillo, antes compraba los más finos, pero se me quemaban bastante porque mi horno no es muy bueno, así que éste año me pasé a los más gruesos y muy bien.
La receta es muy simple, solo precisa planificación para los fermentos de la masa que son tres.
Yo suelo preparar a la mañana el primer fermento ( y lo dejo hasta la tarde noche que regreso del trabajo) pero con un par de horas suele bastar, cosas de ser autónoma.
1º fermento
50 g de levadura
100 g de harina
1 cucharadita de azúcar
100ml de leche

Desmenuzar la levadura, agregar la harina y el azúcar y mezclar con la leche tibia.
Debe quedar una masa pringosa y con cierta consistencia.
En algún día muy húmedo tuve que agregar harina y en otro muy seco, leche, pero no suele fallar.

2º fermento

700 g de harina de fuerza
140 g de mantequilla a temperatura ambiente
340 ml de leche tibia
2 huevos y 2 yemas
200 g de azúcar
cognac, ron o esencia de vainilla. Ahora hay esencia de panettone, yo prefiero lo de siempre 🙂
1 pizca de sal

En un cuenco o vaso de batidora se bate la leche, los huevos, el azúcar la mantequilla y el cognac.
En un recipiente hondo se coloca la harina pasada por el tamiz o cernidor y la sal.
Se hace un hueco y en el medio se agrega el primer fermento (que habrá duplicado o más su tamaño) y los ingredientes líquidos.
Se va mezclando hasta conseguir una masa lisa y muy elástica.
Se enharina la superficie de trabajo y se vuelca la masa.
Se comienza a amasar incorporando mucho aire.
Vais a tener que ir agregando el resto de la harina del paquete hasta notar que la masa se puede trabajar sin que se pegue a la mesa.

Si tenéis amasadora todo este proceso termina cuando la masa se despega del cuenco de amasado.
Yo no tengo.
Un truco de mi familia, golpear la masa, la cogéis y la vais tirando contra la mesada, suelo hacerlo unas cincuenta veces.
Cada vez que se lanza, se recoge y se vuelve a lanzar. Vais a sudar bien!! Pero queda estupenda.
Se coloca en un recipiente grande y se cubre con un paño y se deja leudar toda la noche.
Si teneis un lugar de la casa, templado constante en unas tres horas estará listo


Final
Se pica fruta confitada a gusto, pasas, higos, nueces etc
Para que no se peguen se colocan en una tupper y se espolvorea un poco de harina, se menea y ya están listas para usar.

Se retira la masa del cuenco, se le quita el aire y se estira con la mano.
Se espolvorea la fruta, se dobla se vuelve a espolvorear fruta y se amasa.

Se divide la masa en dos o en cuatro según el tamaño de los panes.
Se coloca la masa directamente en los moldes.
Y se deja leudar hasta que llegan al borde o incluso sobresalen (allí ya es la perfección) pero no siempre se acierta con la cantidad de masa, lo ideal es que sea un poco más de la mitad del molde.
Si los vais a dejar sin supervisión muchas horas, que sea en un espacio de temperatura constante y sin corrientes de aire, alguna vez por un cambio de temperatura se me bajó todo.
Queda rico igual, pero no tan bonito.

Se calienta el horno a 180 grados y se introducen los panes.
Si vuestro horno calienta mucho de arriba, cuando la superfice de los panes cuaje, las podeis cubrir con papel albal o quitar la función de calor superior.
A los 30 minutos aproximadamente se pinta la superfice con huevo batido y se retira el papel para que se dore bonito y se deja otros 10 o 15 m.
Id pinchando con un palito de brochetas.

Para que la fruta se distribuya bien, cuando quiteis los panes conviene atravesarlos con unas agujas de tricotar o unas varillas de la parrilla de asar y se colocan boca abajo colgados. Suelo armar un tinglado con botes de la cocina o con dos sillas.

Y listo
a disfrutar!
Os aseguro que no tienen nada que ver con los comprados de supermercado.
Y si os organizais, podeis duplicar o triplicar la masa y de una hornada hacer varios.
Se conservan bien en latas herméticas o en paños de algodón.
Y como regalo, son una maravilla.
Un poco de vuestro tiempo es algo tremendamente valioso para regalar.
Feliz Navidad!!

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