Hay 17 castros en el municipio de Santiago, en algunos ya había estado, pero en estos días de confinamiento y maravilloso sol, los andamos recorriendo a todos. En alguno ni siquiera pudimos entrar por la cantidad de maleza que los cubre, en otros, hemos dado paseos preciosos entre castiñeiros, pinos y por supuesto eucaliptus.
Ayer, a pocos metros de llegar a destino, al girar en el camino, me encontré con ésta estampa, no pude evitar correr a jugar entre los trazos de la luz y la niebla.
El suelo helado crujía, a mi alrededor pequeñas gotas de la helada que se derretía tocaban una sinfonía suave, de la tierra negra, nubes de vapor hacían coreografía, por unos minutos todo estaba en orden.
Que tengáis un domingo tranquilo.

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