Ayer, 5 de setiembre fue el día D, ese que tiene su hermano gemelo en la primera semana de enero, aunque a veces no llega a celebrarse hasta febrero o nunca.
Ese día que hemos llenado de propositos. De planes de iniciación o reiniciación. Ese día de cambios de menú, para contrarestar michelines y sobrepesos vacacionales. Ese día de ordenar armarios y (por lo menos aqui en Galicia) ya comenzar a sacar ropa de entretiempo
«aunquenoquieras».El día de la limpieza general, de lo que todos hacen pero nadie mas que tu deshace, que vienes postergando desde el 31 de agosto. Es que a esta altura estas hasta el moño de toparte por los rincones con tiendas, farolas, sacos de dormir y chanclas que te recuerdan que el dulce (literalmente) se terminó.
Te levantas con «reloj» y te pones una de las camisetas «paraelgimnasio». Ves con pena que los quesitos de tu delantera ya se estan borrando, pero igual te pones una camiseta blanca para resaltar el colorcito.
Notas con alivio que no eres la única que tiene el humor raro que tu tienes hoy, aunque sonrías para disimular, se lo notas a AnaRosa,MariaTeresa,PabloMotos y todos los que al igual que tu hoy vuelven y el simple hecho de ponerte a nivel de las estrellas mediáticas te relaja algo.
Ves horrorizada que debes consultar tus apuntes sobre como calcular bien las facturas que emitiras hoy porque has desconectado tanto que no lo recuerdas con claridad (se dividía o se multiplicaba por 1.16?)
Esto de trabajar en casa es un desastre, no encuentras el limite entre el remunerado y el afectado, porque entre libreto que retocas, limpias el baño o vas a la compra, mientras te descargas un archivo, friegas la loza y mientras se calienta la plancha te conectas al msn. Suena el timbre, pero antes cliqueas en el photoshop que tarda tanto.
Lees a tus amigos del ciber espacio, mientras se seca el suelo de tu alrededor.
Y mientras pones una colada, te vas a Tai-chi.
Tienes cincuenta cosas para contar en la bitácora, pero ni un minuto libre.
Y encima te sientes culpable por el cansancio que tienes, que se supone no debes tener porque para eso te fuiste de vacaciones.
Como decía mi abuela, sarna con gusto no pica y mientras las quejas sean solo de esto, vivan ellas!
Amigos, el año reabre. Que dios nos pille confesados.

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