Obviamente que en cada sitio hay historías, y aqui las vuelco para un día desarrollarlas mas, o simplemente para que sean un llamador de memoria.
Volvía a Málaga y aunque de alli hay mucho que contar, sala llena, aplauso cerrado, salir a saludar varias veces y felicitaciones en la calle luego, me quedo con la llamada que sonó unos minutos antes de salir a escena. «Negra, no lo podemos creer, te vemos en el periódico ahora mismo, che, quien nos iba a decir que aquel sueño te llevaría tan lejos… y a nosotros»
Arturo Beceiro y su familia. Con Lucía supimos compartir proyectos de talleres de arte (Collage) con Arturo las primeras contadas para adultos en su «Ochava»
con sus hijas, tardes de risas y sueños.
Nos debemos un abrazo y una mateada que llegará en breve.
Bajo la lluvia partimos al otro día, la Chati (mi agente-la madre de la Pantoja como dice ella) e Isabel, de Diputación de Málaga, la gran responsable de mi presencia por Andalucía. Comimos en Ronda, paseamos entre risas y chismes y llegamos a Genaguacil.Un sitio asombroso.
Año a año celebran un encuentro de arte, se seleccionan proyectos previamente presentados y los artistas se mudan al pueblo un mes para realizar su obra, que alli se queda, por calles, rincones, plazas o muros. Beatriz su alcaldesa, levantando persianas o abriendo puertas, casa por casa: «vamos mujeres, que empieza el teatro»
Manilva, Teba mas de lo mismo y diferente,mucha gente, alegria y sensación de estar en el medio de la nada.
En Colmenar me encontré el ejemplo de este viaje.
Se llama Ana.
La concejalía de la mujer quiso celebrar con una comida. En años anteriores fue cena y concurrieron muchas. Pero este año solo diez. Motivo: cómo iban a dejar solos a sus hombres a la hora de comer!
Vino mediante, comenzaron a circular las reflexiones, que cuanto nos falta, que como somos, que por un día que coman cualquier cosa no se mueren…
Que lejos los debates ideológicos de las grandes ciudades.
Vuelvo a Ana, ella reía como un sol. Se le notaba que esa tarde era suya.
Luego supe que tenía un hijo autista,hiperactivo y con muy poca integración.
Once años de pañales, de llantos, de gritos y de porqués?
Sabe que es poco, pero por ahora se conforma con eso, con salir una tarde al año, para celebrar su día, para recordarse mujer.
Alguien me dirá, no es heroica, ella misma se reconoce cansada, asustada y desde hace muy poco con aceptación por ese niño, ella se ha sentido incomprendida, frente a su incomprensión,desolada frente a una enfermedad que no entiende, pero ella a sabido ver y no se avergüenza de reconocer que hace poco anda por el camino. Por eso ríe. Porque asi junta energías para reconocer mas erroress y corregirloss, que es la manera de crecer.

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