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La función de Mijas, fue muy diferente a las demas, muy bonita también, pero un público mas jóven, que colmó la casa de la cultura. La complicidad se hizo presente desde la primera frase y el hecho de que el único hombre fuera el marido de la concejala (un bendito lo que aguanto!) le dio otro condimento a la tarde.
Rauda a la estación de autobuses, para salir para Marbella.
En el bus se me mezclaban los sentires, cansancio y asombro hastiado frente a un paisaje tan bello pero tan obsenamente decorado para los ricos que recogen el sol que algunos solo sienten como les quema la espalda que agachan para currar. A mi alrededor, sirvientas, camareras y albañiles de cansancio silencioso. A nuestro lado a 150 km por hora, ferraris, mercedes y descapotables.
Dormí en un hotel inmundo, a veces internet te mete en bretes con las reservas.De repente el mundo se me vino encima y me sentí mas sola que nunca. Por suerte el cansancio me cerró rápido los ojos para no ver las paredes desnudas.
Hui temprano, la Ruta del Pinsapo invitaba a caaminar bajo un sol de vicio.
Infaltable la visita a las Cuevas de Ojen y al Museo del vino.
Para reponer energías una «sarteneta ojense» con una cerveza fría al sol, en la plaza principal. Frente a la fuente. Una fuente de cinco caños, de cientos de años (remodelada) que tiene un agua de montaña hermosa. A mediodía casi todo el pueblo se acerca con su jarra o su botella para recoger lo que se beberá en la mesa.
A la tarde función en La Peña Flamenca. De antología. Lleno total, no cabía un alfiler. La cantina atendida por un matrimonio argentino. Palabras del alcalde, del concejal de la mujer y la pregunta de la concejala de cultura:cuantos sois?, es un monólogo, por eso, cuantos sois?…
Merienda y el presentador a escena que retiró las dos sillas y la guitarra que yo no necesitaba: «no se movais nadie (acento andaluz profundo) que ahora viene una mushasha que tiene musho arte, se van a rir musho con esta mujé, que no mia cuerdo como se shaamaa, pero que tienee musho arte» y salí sho…olé

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