He sobrevivido a la experiencia de la T4. Que quieren que les diga,es preciosa,no funciona,pero esta linda,llegué a la puerta U y tardé 35 minutos a buen paso en llegar al sitio de donde sale el bus que te lleva a la vieja terminal de donde sale el metro que te lleva al centro, en fin! que una odisea de 1 hora y 42 minutos para estar en el centro. Maletas perdidas,gente desorientada y buenas ondas por parte del personal que esta tan mareado como uno.
Parece mentira que en una semana haya estado en Soutomaior,Lugo,Oviedo,Móstoles,Villaviciosa de Odón y Las Matas en Madrid.
A continuación irá un album de fotos. Pero debo hacer algunas puntuaciones.Los niños adorables, como casi siempre. Cuentos surtidos. Bibliotecarias que son un cielo y una vez mas, la confirmación de soñar una de estas bibliotecas para mis niños de Uruguay.
Por eso no puedo entender la actitud que vi de los padres de la biblioteca de Lugo. No de todos, como siempre estaban esos padres adorables, que se sientan en el suelo o en sillas alrededor del espacio del cuento y participan, guiando al niño por palabras dificiles o riendo, o asombrándose con los personajes. A esos padres mi reverencia mas profunda, pero a los que van al la Biblio, para sentarse lejos, pero en el mismo salón de la actividad,a conversar a grito pelado, a contestar el móvil y a dar un pésimo ejemplo de respeto a sus hijos, no se que les haría.No se dan cuenta de la posibilidad maravillosa que tienen de disfrutar un espacio super cuidado por sus bibliotecarias que con mimo y celo, preparan las actividades, ellas que les piden en susurros que bajen la voz,pero que son ignoradas. Seguramente esos padres desconocen la cantidad de bibliotecas que en esta misma comunidad no disponen de un presupuesto para actividades o para tener tan buen material como alli hay.
La biblioteca no es una guardería,pero yo les pediría a esos padres que me dejaran a mi o a cualquiera de los contadores que por alli pasamos (y que en algunos casos tuvieron que dejar un cuento por la mitad,frente a la imposibilidad de hablar,por los gritos de los progenitores) sus hijos y que se vayan tranquilamente a tomar un café. Aunque yo los invito antes, a que reflexionen si no estaría bien compartir ese momento único e irrepetible con sus niños. Porque ellos crecerán y si no estamos los adultos para darles ejemplo, después no nos asombremos de los extraños caminos que hoy recorren nuestros adolescentes,seguramente sin darnos cuenta,se los marcamos con actitudes irrespetuosas como las que vi el otro día y a las que les restamos importancia.

Soutomaior-Biblioteca de Arcade


Biblioteca Provincial de Lugo


Centro Cultural de Sama de Langreo- Oviedo


Biblioteca de Móstoles- Madrid


Biblioteca de Las Matas- Madrid


Biblioteca de Villaviciosa de Odón. Madrid

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