De vez en cuando las calles nos regalan un sitio mágico,asi es El Embrujo, en Pontevedra.
Un sitio cubierto de cálida madera, con fotografías de músicos increíbles y una música…
Es para ir y pedir un buen ron (o lo que gusteis) y sentarse a escuchar.
Los que pasaron por alli el viernes a medianoche (los pocos que no estaban en el puerto con los barquitos de los marichalares) se encontraron con mis historias.
La foto es de uno de los rincones (lo siento por los demas) pero como el bar se distribuye en diferentes direcciones fue un poquito dificil, la foto del rincón que increíblemente estaba llena de hombres solos que habían ido a escuchar cuentos, me la guardo para mi,aunque si alguien me escribe dandome buenos argumentos, la puedo compartir.
Estos días estoy celebrando una fecha muy particular y los «embrujados» lo sabían asi que al final de una contada muy buena, pusieron la guinda con un hermosísimo ramo de flores y UNA TARTA.
Solo de recordarlo me emociono.
A Ramiro y toda su gente, mil gracias y a Graciela y Ruben, gracias por «el aguante» hasta la hora del tren, aunque creo que el mundo nos quedó muy bien arreglado,o no?

12 thoughts on “Pontevedra

  1. No fui a ver los barcos de los marichalares..tampoco estuve en el Embrujo; no sabía que venías a contarnos cosas..si vuelves otro día procuraré enterarme
    Unha aperta. pepe penas

  2. No fui a ver los barcos de los marichalares..tampoco estuve en el Embrujo; no sabía que venías a contarnos cosas..si vuelves otro día procuraré enterarme
    Unha aperta. pepe penas

  3. No fui a ver los barcos de los marichalares..tampoco estuve en el Embrujo; no sabía que venías a contarnos cosas..si vuelves otro día procuraré enterarme
    Unha aperta. pepe penas

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