Lo he logrado,misión cumplida,ya soy lo que diría Perez Reverte con su mal vinagre,una mujer de caderas por donde no se ve el sol.
Ya lleno la talla 38 y hasta le pido ayuda a la 40,para que mi culo se desempeñe a sus anchas.
Yo que gasté céntimetros midiendo mis esmirriadas caderitas de 78 y mi delantera de 75,ahora veo con asombro como me quedan pequeños los sujetadores y me paso a la gloriosa 90 y como mi cadera va hacia el 96.
La espalda a golpe de piscina,se ha labrado y mis brazos pasaron de tallarín, a fideo cucusú.
Ahora bien,una duda me corroe,me impide celebrar mi triunfo,el arito este de carnecita tibia que me cobija la cintura que ya se ha hecho a la caricia de mi dedo pulgar, a la cintura de mi vaquero que lo parte en dos,es el canon que me cobra la SGAE por mi nueva creación?