Noche para pedir deseos la de hoy, habrá lluvia de estrellas fugaces.

Las Perseidas aparecen todos los años, comenzando a finales de julio y alargándose hasta agosto. Los observadores al aire libre pueden ver, en el momento oportuno, bolas de fuego de colores, tormentas ocasionales y, casi siempre, largas horas de elegantes meteoros centelleantes. Entre las muchas noches que dura la lluvia, siempre hay alguna más favorable que el resto. Este año será la del 12 de agosto.

La fuente de las Perseidas es el cometa Swift-Tuttle. Aunque el cometa no está de ningún modo cerca de la Tierra, su amplia cola corta la órbita terrestre, por lo que todos los años nos deslizamos a través de ella entre julio y agosto. Minúsculos pedazos de polvo cometario impactan contra la atmósfera terrestre a 212.500 km/h (132.000 mph). A esa velocidad, incluso un pequeño pedacito de polvo provoca un intenso rayo de luz —un meteoro— cuando se desintegra. La lluvia es más intensa cuando la Tierra se encuentra en la parte de la cola con mayor concentración de polvo.

Los meteoros Perseidas surgen desde la constelación de Perseo, de ahí su nombre. El mejor momento para observarlos es durante las horas antes del amanecer, cuando Perseo se encuentra en lo alto del cielo.

Así que yo les dejo para hacer mi lista de pedidos. Mantita mediante me iré hasta el parque de Bonaval, esta noche para verlas.

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