De lo que estoy escuchando estos días, que como siempre se mezcla sin disciplina, con el unico orden de disfrutar, les recomiendo un grupo gallego que me encanta y emociona Berrogüeto y su disco “Hepta”, que ya lleva tiempo editado, pero da igual
Berrogüeto son siete músicos que para este disco se unieron durante los siete días de una semana con Georges Rousse, un artista que realizó la obra gráfica del álbum utilizando los siete colores del arco iris. Por si quedara alguna duda, «Hepta» quiere decir «siete» en griego. Los miembros de Berrogüeto siempre han gustado de buscar un denominador común que sirviera de faro para el seguimiento de sus discos. Si en «Navicularia» se trató del mar y en «Viaxe por Urticaria» el hilo conductor era la utopía, en «Hepta» ha sido el cabalístico número siete el que se encarga de servir de nexo a todo lo presentado. ¿La excusa esta vez? Siete notas musicales, siete bellas artes… da un poco igual el asunto, el resultado es bello y el disco en si, su estética, su caja, sus fotos, una obra de arte que desarrollaron en la vieja fábrica de Sargadelos y que es un hermoso regalo para los sentidos.
Lo otro que tengo siempre a mano es un disco que Manuel encontro en Nueva York y que creó en nosotros la adicion de buscar las anteriores ediciones, «Hotel Costes». Pschent presenta el sexto volumen de una de las colecciones de música lounge-house y downtempo más importantes del momento. Su nombre proviene de uno de los hoteles con más nombre y reputación dentro de la geografía francesa; Hotel Costes, situado en pleno corazón de París que tomó la estructura de un edificio del siglo XIX y su decoración se alimentó de la desbordante imaginación de Jacques García, quién le otorgó personalidad propia. Es un disco para escuchar y soñar que se esta en Paris o en una costa, en lo alto de un monte, con el amplio horizonte delante y dejar que la brisa que sale delicada de cada canción te apacigüe las penas