Cacao, azúcar, nata y licor. Cuatro simples ingredientes, elementales, contundentes. Sagrados integrantes de una mezcla sublime. Gracias a los Migueles por las trufas de Pamplona. Que llegaron a mis manos (bocaestómagopapilascondeleiteabsoluto) merced a la fuerza de voluntad de David, que resistió la tentación y entregó el paquete completo.
Corresponderé con un buen vino.