Al salir de la iglesia que estábamos fotografiando para el Calendario del Románico, el cielo era una extraña cúpula dorada y negra.
El sol, solo una canica.
Por la carretera, a ambos lado, se quema «mi bosque»
Lloro de impotencia y de rabia.
Una vez Galicia te están quemando.
Todo el cielo, el aire, la tierra, llora humo y fuego.
#ribeirasacra

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