Ante la abundancia de calabacín, ando buscando mil formas de aprovechar. En éstos días haré canelones, lasagna, tartas, conservas y mermelada!
La verdad que cuando vi la receta en mi adorado «Les Recettes de nos Grand-Mères de Nicole Thepaut, salté de alegría.
Y ante el resultado, aun más.
Si os gusta la mermelada de cualquier fruta, con tropezones, usar el calabacín con piel, sino pelar, o en su defecto pasar por el pisapuré, luego de que la mermelada esté lista.
Yo le he dejado la piel y las semillas
Y la textura es muy agradable, claro que el calabacín estaba recién arrancado 🙂

Aquí va

2,500 kg de calabacín cortado en daditos.
700 g de azúcar moreno
2 manzanas verdes en daditos
Zumo de un limón
1 cucharadita de jengibre en polvo.

Se pone a hervir todo junto a fuego fuerte los primeros diez minutos y luego durante cuarenta minutos a fuego medio.
Suelta mucho líquido, pero a medida que se hace la mermelada, se reduce.
El tiempo no es exacto porque depende de si el calabacín es más duro o más tierno.
Id probando.
Luego siguiendo el procedimiento de siempre, la he envasado al vacío, para que dure todo el año.
Vale para desayunos y para acompañar carnes frías.

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