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El Libro «Cartas á nai» recopila mas de 1300 cartas entre Otero Pedrayo y su madre.
Las epístolas se recogen en dos tomos de 800 páginas cada uno.Una de sus autoras contó en la presentación,su emoción al comenzar a leer las miles de misivas.Es facil de imaginar si entre las cartas había líneas escritas por Castelao,Vicente Risco y tantos otros pilares de la cultura gallega. Pero tan emotivas o mas,son las cartas escritas durante mas de 30 años entre madre e hijo.
No voy a comentar el libro (máxime porque no lo leí) sino que no puedo evitar reflexionar sobre las cartas.
No quiero pecar de antigualla reivindicativa de las viejas costumbres de comunicación. No voy a despotricar contra algo que me ha dado la posibilidad de mantenerme cerca de quienes quiero,pero…alguien ha escrito una carta ultimamente?
¿Me da igual el formato,papel o digital,pero cuanto hace que no recibimos al cartero con una carta o abrimos el gmail para leer las impresiones personales, de alguien que queremos. Es cierto que los tiempos cambiaron y ya nadie tiene en su casa papel y sobre,pero echo en falta aquellos encabezamientos,los dos puntos,la línea siguiente donde primaban las formalidades,que tal estas o está (segun el grado de confianza),las preguntas de rigor que se responderían con otra carta,que sería igualmente anhelada, las descripciones,las enfermedades acaecidas,los sucesos vividos por conocidos comunes,las anécdotas,los acontecimientos.
Millones de cartas han cruzado el mundo de un lado al otro,contando, viajes, sueño, anhelos, frustraciones.Millones de palabras se han escrito para encender o apagar amores..
¿Que ha pasado con las cartas perfumadas, los sobres de papel satinado, aquellos de bordes a rayas que diferenciaban «por avión» o por barco,los papeles violetas,los inesperados de luto…?
Las esperas eternas de noticias de algun familiar que había cruzado el mar,la emoción de ver llegar al cartero y los sellos que guardábamos para algun sobrino coleccionista.
Si,hoy tenemos correo electrónico,y las noticias deberían llegar mas rápido,sin embargo,solo ponemos cuatro palabras,rara vez describimos paisajes visitados,o sueños por cumplir,pocas veces abrimos nuestro corazón.Cómo gran concesión a veces agregamos caritas o alguna foto, un power point o una postal de páginas predeterminadas.
Deberíamos hacer un ejercicio,si alguien tuviera que contar nuestra vida,reconstruirla a traves de nuestra correspondencia,que dirían de nosotros?
Si nuestros nietos buscan en baules de madera o arcones digitales, nuestras cartas, solo encontraran publicidad,estados de cuenta del banco y cadenas de chistes o reflexiones con música chill out.¿Pero de nuestro sentir mas intimo? ¿Qué?

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