La gira terminó hace una semana, pero he quedado tan agotada, que no había manera de que una neurona se juntara con otra. Que cansancio!
Lo peor ha sido la espalda, tantas horas de bus, me han matado.
Aunque como dice el refrán «sarna con gusto no pica».
No se muy bien por donde arrancar, si por las anécdotas de la gira o por las vacaciones (mínimas) de Semana Santa.
Lo correcto sería seguir un orden.
La última vez escribí desde Nerja. En Frigiliana, tuve la oportunidad de actuar en un marco, como mínimo, original. Os cuento. Al lado del escenario han instalado la sala de internet (se dan cursos) a la misma hora que la actuación. Asi que mientras yo actuaba, los alumnos entraban o salían de la clase y de fondo sonaba el clásico «prrriiiiii» de las conexiones.
A la vez como era temprano, muchas mujeres llevaron a sus crios.Eran mas de veinte, frente a mis dudas sobre como reaccionarían a un espectáculo evidentemente de adultos, el concejal, me dijo que tranquila, que yo a lo mio, que ya habría solución. Y la hubo, la guardia civil, que me llevó al teatro en su coche, se quedó y se sentaron al lado de los chiquillos, al que pestañeaba…
Que no voló una mosca! Ni cuando voy a la cárcel he tenido al público tan custodiado.
Fue una buena función. Una ensalada y a dormir, que al otro día tocaba Mijas

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