Hace unas semanas Isaac González García colgó una foto que me encendió las lamparillas de la curiosidad todas. Generosamente me pasó las coordenadas y allá que me fui.
Al llegar los ojos se me llenaron de luz y verde.
¿Dónde estabas, se preguntarán?
En la Parroquia de Tállara, lugar de O Confurco, Concello de Lousame.
Área Recreativa de San Lorenzo y San Mamede.
Ambos, son santos de cultos muy antiguos, y con muchos devotos, solo en Galicia San Mamede es patrono de 99 parroquias.
Sin menospreciar, el que me cae simpático es San Lorenzo, supongo que por ser el patrón de los comediantes y los bibliotecarios. Comediante de humor negro, porque eso de que te estén asando en una parrilla y avisarles a tus verdugos «por aquí todavía no estoy hecho» es de mérito.
A pocos metros de entrar en el parque, bajo la sombra de una imponente sobreira (alcornoque) se encuentra la ermita.

Y cogiendo un sendero que sale hacia la izquierda, te internas en el monte y primero te encuentras con la fuente santa, y finalmente a Cama do Home Santo. Lo que tanto me había llamado la atención en el muro de Isaac, que a su vez liaba en sus recuerdos a Marcos López Concepción

Me resulta siempre maravillosa ésta conjunción de agua y piedra, vinculadas a la sanación. Seguir éste sendero es casi como una «clínica» de poderes desconocidos.
La Cama, es imponente, en su ladera pequeñas hendiduras ayudan a trepar. Y por supuesto trepé, que yo soy muy empírica.
El sol cae a pleno sobre mi, que por supuesto dejo reposar allí mis machacadas lumbares.
«Funme a deitar a pedriña
do santiño San Lorenzo
funme a deitar na pedriña
para curar a cabeza

a barriga e os riñóns
Dicen que foi a pedriña
onde o santo descansou
Estás no monte castelo
e desde alí vese o mar
tamén se toman os aires
cando a él te vas deitar»
Toda el Área, es de una riqueza histórica y antropológica impresionante, leyendas, coplas, sanaciones y para más inri, un castillo medieval. El de San Mamede.
Vamos hacia él y de camino pasamos delante da Pedra do Can Doente, una piedra que semeja la cabeza de un perro, y que tiene una hendidura por la que hay que pasar. Si lo consigues curas los problemas de espalda y de intestinos. Y sino pasas, pero te mordió un perro «doente» de aquellos con rabia, que tanto miedo metían por los caminos, el santo, al ponerte debajo de la piedra, te cura.

Trepar por el Castillo es encontrar restos por doquier, teja y piedras cubiertas de flores y hiedras, hablan de un recinto que defendía y persuadía, a la vez que permitía un control visual hasta la ría.
Éste Castelo es también conocido como Castro de Outeiro dos Mouros, lugar donde según las leyendas, sus habitantes, «os mouros», dejaron encantos, inmensos tesoros de espadas y monedas a los que se llega por un túnel que se encuentra escondido debajo.
Hay quien dice que la entrada del túnel está debajo de la piedra más grande, que corona el recinto, que solo hay que golpear en ella en un punto exacto, y si lo haces bien, suena una campana y ahí se abre la entrada.
Yo le di de golpes y caricias por varios sitios, pero mi oficio de contar historias no me ha capacitado para campanera.
Pero si van y llevan a vuestros niños y consiguen entrar al túnel, mándenme aviso que éstas cosas mágicas hay que compartirlas.
Gracias Isaac, gracias Marcos!.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *