En una semana santa de mi infancia fui con mi madre, su marido y amigos de él de cacería. De ese viaje solo recuerdo algunas sensaciones. Mucha agua, hubo inundaciones, agobio ( de ahi me nace la antipatía a viajar en grupos-supongo-) y la posibilidad de hacer algo que hasta ese momento solo era para los mayores. Me refiero a pescar y freir a medida que salían las mojarras y vigilar un aparejo que se perdía en lo profundo del río.
De repente la tanza se tensó y comenzó a correr, robando metros de la lata que la enrollaba. Se alborotó todo el mundo, pero yo quería coger mi pez, solo yo. Bajo la supervisión de Toto, fui peleando con lo que andaba por alli abajo. Era grande seguro,el lodo de la orilla ayudó al resbalón y me di de cara con el agua. Pero no solté mi presa. Ante el horror de las mujeres,salio del rio lo que yo crei una serpiente, pero que resultó ser una anguila.Mi madre a la cabeza de las demas se negó en redondo a comer ese bicho asqueroso, yo en mi arrogancia infantil y con el irrefutable argumento de que como no iba a comer lo que pescara, comí. No recuerdo un sabor en particular, solo se que no deje nada en el plato. Esa noche soñé con dragones y los otros niños del grupo me asustaron por días que seguramente al ir al baño me saldría “eso”.
Este fin de semana, muchos años y km despues partimos hacia el sur de Galicia en Cabeiros (Arbo), para comer lamprea.
La experiencia, fue fuerte. No solo por los sabores,lean a Sao Mai, que es la que sabe de cocinas o a Manuel que es el que sabe de vinos,sino por las historias que en el sitio se entretejían.
Llegar y ver cientos de coches (bueno, decenas) alrededor de una casa similar a las que construimos de niños, con agregados para todos los lados. Al lado de la barra, en la pared, cuelgan lampreas secas y cuadritos de marcos beige con frases de Cicerón sobre la amistad, también alguna relativa a la mujer y sus atributos y al vino.Varias mujeres,todas iguales, pero con el matiz que les daban los mas o menos años a cada una, nos recibieron enviándonos al salon de al lado. Recordé la anécdota del rey,sobre el motivo para no vivir en el Palacio Real:- la comida siempre llegaba fria a los comedores por lo lejos que estaba la cocina. Aqui no era el caso, por detras del biombo llegaban todos los vahos del recinto pegado a nuestra mesa.
Siempre me resulta adorable el hecho de que la gente mas variopinta pueda sobrellevar sus diferencias, solamente con la boca llena y las jarras de vino vaciándose.
Nuestra mesa era la unica de poca gente, las demas eran un muestrario de personajes, algunos con pañuelos al cuello de la hermandad de la lamprea, otros con el cuello anudado de matrimonios aburridos y algunos (pocos por suerte) con el cuello pegoteado de potitos infantiles.
La señora que nos atendio era tan amable que te hacía sentir buena persona. Al traernos los postres,casi la abrazo. El plato era como un homenaje a la mesa de Alicia en el Pais de las Maravillas,filloas, torta de reixóns,torta de queixo,leche frita,cañas de crema…
Con el cuerpo a gusto, bajamos a la bodega, donde estaba Miguel, un personaje para Cunqueiro, aunque el no supiera muy bien quien era, solo que había “hecho un libro de mierda de cocina”,se le noto el ánimo de pedir disculpas por lo dicho, pero cuando se cercioró de que ninguno de nosotros eramos Don Alvaro, nos siguio agasajando con sus pensamientos enmadejados, en voz alta. Este señor del “PP crítico” nos dio una charla sobre el proceso de la lamprea, nos dejo coger alguna (la sensación es mas agradable que la de tocar serpientes) nos invadió de entusiasmo por su labor, a diferencia del que nos cobro que por poco nos ataca por ser de los 270 que habíamos ido a embolsar sus arcas, y a toda costa nos hizo poner nuestras tarjetas en unas barricas de vino con unas chinchetas. No tenía ninguna, pero hubiera sido interesante entre tantas de mecánicos, restaurantes de medio pais,fontaneros y vendedores de seguros, poner una de cuentacuentos. Volvimos al coche con las voces de las mujeres que cantaban con panderetas y gaitas, el sonido se mezcló con esta eterna lluvia que nos viene mojando desde hace mil días ( o quince)

15 thoughts on “Lamprea

  1. Pues el otro día comí yo anguilas, no están mal.
    Lo de esos postres gallegos me tiene segregando saliva desde que lo leí. Es mi perdición el dulce.
    Saluditos!

  2. Pues el otro día comí yo anguilas, no están mal.
    Lo de esos postres gallegos me tiene segregando saliva desde que lo leí. Es mi perdición el dulce.
    Saluditos!

  3. Pues el otro día comí yo anguilas, no están mal.
    Lo de esos postres gallegos me tiene segregando saliva desde que lo leí. Es mi perdición el dulce.
    Saluditos!

  4. Buf yo no se si me atreveria con la anguila, alucino con los japoneses que se la zampan cruda, no se, me da reparo el asunto, un besazo.puck

  5. Buf yo no se si me atreveria con la anguila, alucino con los japoneses que se la zampan cruda, no se, me da reparo el asunto, un besazo.puck

  6. Buf yo no se si me atreveria con la anguila, alucino con los japoneses que se la zampan cruda, no se, me da reparo el asunto, un besazo.puck

  7. Anguila comí muchas veces, pero con la lamprea nunca me atreví. En Noia hay un restaurante muy bueno dónde la hacen por encargo, pero aunque algunas veces lo hemos hablado mi marido y yo, al final siempre nos rajamos, por si las moscas…
    Estoy en Portosín desde el lunes, que hacía un sol espléndico, pero ya se acabó…
    Bicos. Muralla

  8. Anguila comí muchas veces, pero con la lamprea nunca me atreví. En Noia hay un restaurante muy bueno dónde la hacen por encargo, pero aunque algunas veces lo hemos hablado mi marido y yo, al final siempre nos rajamos, por si las moscas…
    Estoy en Portosín desde el lunes, que hacía un sol espléndico, pero ya se acabó…
    Bicos. Muralla

  9. Anguila comí muchas veces, pero con la lamprea nunca me atreví. En Noia hay un restaurante muy bueno dónde la hacen por encargo, pero aunque algunas veces lo hemos hablado mi marido y yo, al final siempre nos rajamos, por si las moscas…
    Estoy en Portosín desde el lunes, que hacía un sol espléndico, pero ya se acabó…
    Bicos. Muralla

  10. A tenrura coa que debullas o tema, enfeitizoume. Lembrei moitos momentos máxicos da nenez. Quero seguir lendo os teus escritos neste taboleiro onde pode verte a alma calquera que dispoña dunha sensibilidade para facelo. És muy valente. Noraboa.
    Pilar Pousada

  11. A tenrura coa que debullas o tema, enfeitizoume. Lembrei moitos momentos máxicos da nenez. Quero seguir lendo os teus escritos neste taboleiro onde pode verte a alma calquera que dispoña dunha sensibilidade para facelo. És muy valente. Noraboa.
    Pilar Pousada

  12. A tenrura coa que debullas o tema, enfeitizoume. Lembrei moitos momentos máxicos da nenez. Quero seguir lendo os teus escritos neste taboleiro onde pode verte a alma calquera que dispoña dunha sensibilidade para facelo. És muy valente. Noraboa.
    Pilar Pousada

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