En realidad de la quincena, dios! Se me ha acumulado la tarea. Pero tranquilos, no apabullaré.
He leído bastante estos días, aunque no todo lo que hubiera querido, una especie de embotamiento neuronal, me tiene tan apampada, que no soy capaz de leer mas de diez páginas de nada. Lo cual es terrible, porque a la pila de los “ya leeré” que crece en la mesita de luz, se suman los que DEBO leer porque los plazos para finiquitar libretos se termina. En fin que uno que si me leí de un tirón en las blancas arenas de Córcega, fue “Pasión India” un libro de Seix Barral de Javier Moro que cuenta la historia de una joven malagueña que enamora al Rajá de Kapurtala, se casa con el y se va a la India en 1907. Es precioso el libro, no solo por la descripción detallada de costumbres, sabores, pasiones y traiciones que rodean a la joven sino también por la descripción del Madrid que deja, un café-tablao, donde Valle Inclán y sus tertulianos urden la boda que los haría ricos y que por caminos retorcidos llevaría a la derrota de la monarquía en el mundo.
Otro que fue devorado con fruición fue “Las dos muertes de Sócrates” de Ignacio García Valiño una novela que se ambienta en la Grecia clásica de Pericles y cuyas principales escenas suceden o se fraguan en un famosísimo prostíbulo de la mujer de este, donde se reúnen Aristófanes, alumnos de Sócrates, Platón y una serie de personajes que solo conocemos por frías estatuas y que aquí cobran la calidez de personas, con pasiones, debates sobre la futura necrópolis que a pocos parece gustar y que sin embargo hoy es tan visitada o sobre el tamaño de las tetas de Venus que ha construido uno de los habitúes al antro.
A la vista de las sabias mujeres de este lupanar, Aristófanes se inspira par su conocidísima “Asamblea de las mujeres”. A todo esto hay que sumarle una retórica, un discurso tan rico, pero tan claro y cercano, que esta novela se transforma en un amor a primera vista.
Intente leer, pero pudo conmigo, “Un mar de madera” de Francis Mc Cabe, es precioso el argumento, la idea atrapa y genera muchísima expectación y tal vez por eso,a la mitad, cuando ya llevas 150 paginas y ves que todo sigue igual, dando vueltas sin aclarar por donde sale, lo dejé, yo que siempre por principio me leo todo hasta el punto final, tal vez mas adelante me atreva con él.
Como siempre tengo un comic cerca, aunque para este debo echar mano del diccionario ya que mi francés estaba un poco (que optimista que soy) olvidado. En una preciosa librería de Ajaccio encontré de Bosschaert y Dufaux “Dog Mengo Jaguar” una leyenda un poco cruel, pero muy al estilo de los viejos cuentos ingleses, con acertijos y demas.
El sentimiento de culpa me acosa cuando miro lo que Manuel me trajo para que me inicie en el camino deleitoso de Valle Inclan al que solo le leí algún trozo en el bachillerato, me ha dejado para “que empiece”
“Tirano Banderas”, “Cara de Plata” y “Luces de Bohemia” . Ya os contaré.

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