Para el día del padre regalamos a mi suegro un recopilatorio de Jorge Cafrune un cantautor argentino que marcó una época. Aqui poo España se hizo famoso con su Virgen Morenita, Coplas de un Payador o Sin caballo y en Montiel o Samba de mi esperanza.
De niña no me gustaba nada, principalmente porque Chiquilladas, una canción del uruguayo y adorado Sabalero, a mi gusto infantil, la asesinaba. Pero mi padre, todos los domingos, instalaba su tocadiscos, con parsimonia de ritual, retiraba lenta la tapa, quitaba la franela verde que cubría el aparato y con dos dedos extraía de las fundas las voces contundentes de Horacio Guaraní, Atahualpa Yupanki o Jorge Cafrune.
Luego silvando, sacaba sus Marcial Lafuente, o sus novelas negras de la colección…(como se llamaba?) una que dirigía Borges y Bioy Casares…uy, bueno esa y entonces mordiendo la pipa, segun mi madre «desaparecía» al son de la música.
Con cada bordonazo de la guitarra su ceño se fruncía o se relajaba.
Lo increíble es que todos eran cantores próhibidos por la dictadura y mi padre que era militar del proceso se emocionaba hasta las lágrimas con canciones tan contestatarias. Subía tanto el volumen que mi madre temía que se oyera de lejos. A mi me encantaba la de Virgen morenita con la voz de Marito.
Había una canción que a él, le recordaba su humilde infancia y que hoy al oirla senti como si a mi lado pasaba un arroyito de agua fría.

«Dende gurí vine a dar,con mi tata a los galpones
Y atropillao con los peones,a un orden vine a quedar
Pa’ vender tortas a real,pasteles, mate cocido
que iban engordando el cinto,de plata pal capataz
De mocito fui tratao,pa’ oficiar de benteveo
rejuntando el menudeo me lo pasaba encorvao
Despues al verte mandao de agarrador, le garanto
nunca me han dolido tanto la cintura y el costao
Va saliendo del galpon, oro blanco la majada
con tanta cabra pelada, se regocija el patrón
Y hecho arco sobre el vellón,bajo el rigor de la zafra
Voy redondeando semana, tijera, charca y pirón.
Pero el día ha de llegar de esquilar nuestras ovejas
y aquella esperanza vieja la hemos de ver madurar
Vellones ya no serán nubecita pa’ los pobres
ni redondos medallones de unos poquitos nomás
«

8 thoughts on “Canción lejana

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